DOMINGO VIII DEL TIEMPO PER ANNUM.

El evangelio de hoy domingo 2 de marzo tiene un estilo sapiencial parecido al de la primera Lectura (Si.27,4-7: Elogio de la sabiduría).

El evangelio de este Domingo plantea preguntas, propone comparaciones…, todo para invitarnos a reflexionar sobre nosotros mismos.

Por ejemplo:
✔️Nuestra vida es lo bastante luminosa y clara como para poder orientar a los demás❓
✔️Vivimos siempre como discípulos del único Maestro que es Cristo, o nos queremos erigir nosotros mismos en maestros de los demás❓
Un ciego mal guiado continúa siendo ciego y, además, cae en el hoyo tras del que lo guía.

🌳Con la imagen del árbol bueno se nos indica que hemos de ser capaces de construir un tesoro en nuestro corazón, en nuestra interioridad, es decir colaborar con el trabajo que el Espíritu Santo quiere hacer en nosotros.

▶️La formación personal y comunitaria, la escucha comprensiva de la Palabra, la oración, la participación en los Sacramentos, todo esto nos ayuda a ir formando ese tesoro que es un corazón bueno.

📜El evangelio es para ser vivido, para producir buenos frutos. Hay una llamada a la coherencia de vida, de manera gozosa y transparente. Hay que demostrar con las propias obras la bondad de cada uno.

🍇La imagen del árbol y de sus frutos se aplica a los hombres. Así como el campesino no va a buscar fruto allá donde no puede haber, también Dios sabe dónde recoger el fruto de los creyentes.
Igualmente pasa con la imagen del tesoro, así del corazón del creyente debe salir la bondad. La palabra del hombre revela el contenido de su corazón, es decir, sus pensamientos: el valor de las palabras de un hombre dependerá del valor de su corazón.

☦️El miércoles que viene ya comenzaremos la Cuaresma, un buen momento para preguntarnos si la celebración de cada domingo, el alimento recibido de la mesa de la Palabra y de la Eucaristía va produciendo su fruto en nosotros.